Antes han caído otros pesos pesados del intercambio de archivos en Internet: Napster, Kazaa, etc. Ahora es el turno de LimeWire. La denuncia interpuesta por la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos) en contra de LimeWire ha dado sus frutos. Según el juez:
- Es consciente de los delitos cometidos por sus usuarios.
- Se esfuerza en atraer más usuarios.
- Se esfuerza en permitir y ayudar a sus usuarios a cometer delitos.
- Depende de que sus usuarios cometan violaciones de copyright para mantener con éxito su negocio.
- Falla en mitigar tales actividades delictivas.
¿Y ahora qué? Pues nada. Todo sigue igual. Los que hagan uso de intercambio de archivos seguirán teniendo herramientas para tal fin; y la RIAA y similares seguirán usando todos los medios a su alcance para combatirlo.
