Hasta ahora, los métodos tradicionales portátiles para potabilizar el agua eran las «sabrosas» pastillas potabilizadoras que le daban al agua ese saborcillo apropiado a su nombre. Existen también filtros y otros sistemas pero normalmente o son engorrosos de usar o transportar, o demasiado lentos.
Un ingeniero británico ha presentado al premio James Dyson de este año su botella potabilizadora Pure. Su creador, Timothy Whitehead, ha desarrollado una botella que no necesita recargas, ya que funciona con un luz ultravioleta accionada por una manivela, y que es capaz de potabilizar el agua en tan sólo 2 minutos.
El proceso ha sido estudiado en laboratorio y han demostrado que es capaz de eliminar el 99,9% de las bacterias. Además cuenta con un filtro que elimina las impurezas de tamaño superior a 4 micrones.
La botella tiene incluso una pantalla que te dice cuando el agua está lista para beber. Esto unido a su sencillez de uso puede que lo hagan un producto muy a tener en cuenta en excursiones o zonas de desastre.